23 agosto 2007
Carnet por puntos
Tres parejas entran en el bar de tapas. Forman un grupo relativamente grande para ese local, por lo que se ven obligadas a unir varias mesas antes de sentarse. Mientras el camarero retira los platos de los anteriores clientes, todos los miembros del grupo se afanan en colocar los cinco carritos lejos de la ruta por la que entran y salen los demás clientes del local. Cada carrito está ocupado por un niño que duerme profundamente, ajeno al trasiego de los padres. Es normal, son casi las dos de la mañana.

Las cinco sillitas quedan dispuestas en batería frente al lugar donde espero por la tortilla con pimientos que he pedido hace media hora. Ninguno de los durmientes parece sobrepasar los tres años de edad. Ninguno de ellos despertará en la hora siguiente, pese a los humos que se desprenden de una cocina mal ventilada y a las voces, cada vez más altas, de clientes que van ya por su cuarto cubata. El sueño de los críos permite a sus bronceados padres enfrascarse en una animada conversación sobre el coste de los amarres en distintos clubs naúticos, charla que solo se interrumpe por la llegada a la mesa de sucesivas botellas de albariño. Las madres se giran de vez en cuando para comprobar que todo sigue en orden. Cuando me marcho, cerca de las tres, el grupo todavía sigue allí.

Veo escenas parecidas con mucha frecuencia. Parejas que han decidido que su condición de padres no les impide en absoluto continuar con sus hábitos de salida y copas. Muchas de ellas incluso forman grupos para pastorear en común, indolentes, las rabietas de niños completamente pasados por la noche de bares y terrazas. Con suerte, muchas llegan a disfrutar ese momento en el que los chavales quedan agotados, se duermen y dejan de dar el coñazo. Es posible que a mucha gente le parezca normal, hasta es posible que realmente lo sea, pero yo no lo soporto: no entiendo qué pinta un niño en un bar a las tantas de la noche, ya sea con padres o sin ellos.

Tengo amigos que son padres recientes. Cuando comento con ellos historias de este tipo todos tienden a relativizar, me dicen que son casos aislados, y acaban afirmando que soy un exagerado, que no es para tanto, y que es algo que no puedo entender porque no tengo hijos. Y ahí me tengo que callar.

Por tanto, no me ha sorprendido la historia ésta de la pareja de Lleida que se fué de marcha y olvidó a su niña en la calle. He visto a la madre en la televisión afirmando que no fue culpa suya, que fue cosa de una mala reacción del alcohol con unos medicamentos que tomaba. Y lo afirmaba con toda la cachaza del mundo, dando la cara, cómo si este tipo de cosas fueran inevitables y formasen parte de los riesgos normales de la vida. Como si lo sucedido sólo fuera cuestión de mala suerte.

En este mundo, en el que se exige tener un carnet y seguro en regla para conducir un ciclomotor, a nadie se le exige requisito alguno para tener un crío. Sólo se retira la custodia cuando prácticamente se ha producido una desgracia, con frecuencia demasiado tarde. Soy consciente de que la gran mayoría ejerce correctamente su responsabilidad, pero no puedo evitar pensar que, quizás, no sería mala idea establecer algún tipo de carnet por puntos para padres.

 
posted by Andrómena at 1:20 p. m. | Permalink |


5 Comments:


  • At viernes, 24 agosto, 2007, Blogger Peggy

    Dentro de nada inventaran un carnet de la vida y nos quitaran puntos vitales .....

     
  • At viernes, 24 agosto, 2007, Blogger Raquel

    Yo sí tengo hijos, Andrómena, y créeme que no puedo estar más de acuerdo contigo. Un beso.

     
  • At sábado, 25 agosto, 2007, Anonymous Anónimo

    Recuerdo cuando iba a entrar en vigor la ley del tabaco, como muchas personas, preguntadas ante las cámaras, se mostraban de acuerdo con la ley diciendo que les molestaba mucho que sus hijos pequeñitos tuvieran que tragarse todo el humo de los bares. Pero a nadie por lo visto le parecía mal que un bebé estuviera en un bar, aunque fuera sin humos. Yo jamás fui a bares con mis padres, todo lo más nos sentábamos en alguna terraza al aire libre. Claro que para eso hay que sacrificarse un poco, y no se puede hacer la misma vida con hijos que sin hijos. Y la mayoría de la gente no está dispuesto a hacerlo y lleva a los niños adonde sea, fastidiando a los niños y a las otras personas que están en esos locales, porque las criaturas es normal que se porte fatal.

     
  • At lunes, 27 agosto, 2007, Blogger Dinintel

    Años llevo yo reivindicándolo, pero en términos más fervososamente eugenésicos.

     
  • At domingo, 18 enero, 2009, Anonymous Anónimo

    Hola Andrómena. sobre el tema de carnet de padres, creo que realmente es necesario ya hay que exigirlo. Sobre todo con el tema de maltratos físicos a niños y bebes. Dime,¿¿ qué te parece si nos ponemos todas las personas que en ello creemos en marcha?? ¿Te apuntas? Vamos a montar un colectivo de personas activas para reclamar este tema... escribeme por favor, mi email: "prohibidoserpadres@gmail.com"

     

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