05 mayo 2006
Coches


Conducir no es lo mío.

Saqué el carnet con la edad mínima, aprovechando una iniciativa del INEM por la cual si estabas en paro podías apuntarte en una lista y te mandaban a una autoescuela totalmente gratis, se supone que para facilitar tu inserción laboral. Eran los buenos tiempos de la cobertura por desempleo, en los que te daban igual número de meses de paro que los que hubieses trabajado y, si se te acababa, te pagaban por hacer cursos.

Lo cierto es que fuí a la autoescuela sin la menor motivación, solo para aprovechar el chollo que se me ofrecía. Allí descubrí que no me gusta nada, pero absolutamente nada, conducir.

Tras cuatro intentos saqué el carnet, creo que por cansancio (y cierta benevolencia) de un examinador un poco harto ya de suspenderme. Lo metí en una funda de plástico y lo guardé. En los siguientes diez años no conduje más de media hora.

Me acostumbré a taxis, autobuses, trenes y sobre todo, a andar. Me acostumbré a acoplarme en los coches de los demás, y a desechar planes que exigían una movilidad de la que no disponía. Prioricé los trabajos que me permitían ir y volver andando (donde vivo es posible).Comprar un coche no entraba en mis planes.

Cuando, por ampliar mis posibilidades, decidí por fín hacerme con uno tuve que volver a una autoescuela a aprender de cero. Al monitor le hizo mucha gracia que quisiese poner una L de prácticas en mi coche, y me informó que con esa antiguedad de carnet podrían incluso multarme si la llevaba. Me enseñó a circular pero, pese a muchos intentos, no consiguió que aparcase el coche más que en batería. Todavía no he aprendido a hacerlo de otra forma.

Sigue sin gustarme conducir. Intento evitarlo y, cuando no me queda más remedio, debo ser la única persona que cumple todas las normas de circulación . Y eso es algo que desespera a los demás conductores.

Los coches son cosas, pero establecemos con ellos una relación muy especial que los aproxima a las personas. Siempre necesitamos saber dónde está. Lo llevamos a revisar con mucha más frecuencia que a nosotros mismos. Si tenemos la posibilidad le ponemos una casita bastante cara para que duerma a gusto. Le compramos cositas. Le damos cremitas. Y cuando empeza a envejecer nos ponemos tristes, pero empezamos a mirar de reojo a otros más jóvenes y atractivos con la tentación de serles infieles.

Mi coche nació en Stuttgart y tuvo mala suerte conmigo. Es capaz de darme mucha potencia y aceleración, es capaz de adelantar a muchos que me adelantan a mí, pero yo no se lo pido. Sale poco, y cuando voy a sitios interesantes no suelo llevarlo. Pasa mucho tiempo en el garaje, a oscuras, y sus ruedas pierden presión.

Nunca se ha quejado. Nunca ha tenido una avería o me ha dejado tirado. Pero creo que si pudiera pensar hubiera preferido pertenecer a algún conductor de verdad que le sacase todo el partido, lo tuviese todo el día en la calle y lo llevara a viajes emocionantes por autopistas sin límite de velocidad. A veces, cuando lo pongo en marcha, creo oir un cierto sonido de reproche...
 
posted by Andrómena at 7:43 p. m. | Permalink |


9 Comments:


  • At sábado, 06 mayo, 2006, Anonymous Anónimo

    a mi me pasa igual, al final le tomas cariño a todo lo material tambien, como si fuese parte de la familia... jaja es normal
    aqui estoy ahora ..besos.

     
  • At sábado, 06 mayo, 2006, Anonymous Anónimo

    vaya, a mi me encanta conducir, los coches, y sobre todo sentir la velocidad! Sobre gustos los colores
    Besitos!
    gracias por visitarme

     
  • At sábado, 06 mayo, 2006, Anonymous Anónimo

    vaya, a mi me encanta conducir, los coches, y sobre todo sentir la velocidad! Sobre gustos los colores
    Besitos!
    gracias por visitarme

     
  • At domingo, 07 mayo, 2006, Anonymous Anónimo

    Jo, yo también soy un poco desastre con el coche. Recuerdo que me dió muchísima pereza sacarme el carnet. El teórico me lo saqué a la primera y, el práctico, a la segunda. Eso sí, por el camino, me arruiné. Todo lo que ganaba dando clases particulares de inglés, PUM, al fondo de ese agujero negro que llamamos clases prácticas. Y si por lo menos el precio de cada una de mis clases fuese el mismo que el de una de conducir, jejeje.

    Por cierto, tengo una NOTICIA DE ÚLTIMA HORA... Querida Andrómena, anoche tuve el placer de ver en vivo y en directo a... (a riesgo de parecer histérica vía internet, pero en persona me contuve) DANI MATEEEEEEEEEEEOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO.
    Prometo que haré crónica narrando la noche xD
    Besinos!!

     
  • At domingo, 07 mayo, 2006, Blogger Peggy

    Yo era como tu , odiaba conducir , pero , me di cuenta que me daba mucha libertad , sobretodo para viajes , al final mi coche es casi parte de mi , con el viaje , experimente .En realidad le tome el gustillo a conducir sola por las carreteras de este mundo , incluso fuera de españa , eso de carreteras desconocidas , pueblos que nunca oiste nombrar , tiene su encanto , ya hasta me divierte . kises

     
  • At lunes, 08 mayo, 2006, Blogger kandingo

    Pues a mime encanta conducir. Y no estoy todo el dia metida en el coche porque prefiero ir a los sitios andando o corriendo.
    Pero....un viajecito en coche, por una carretera con poco tráfico, sin prisas y rumbo a un lugar bonito es un placer de mucho cuidado (para mi)
    besos

     
  • At lunes, 08 mayo, 2006, Anonymous Anónimo

    Me siento muy identificada. Me regalaron el carnet por aprobar el bup, nunca me gsutó conducir, acabo de renovar el carnet y ni siquiera lo había sacado de la funda. Supongo que cuando de verdad lo necesite entonces lo cogeré.

     
  • At martes, 15 agosto, 2006, Anonymous Anónimo

    Very pretty design! Keep up the good work. Thanks.
    »

     
  • At miércoles, 12 marzo, 2008, Anonymous Anónimo

    bueno no te creas yo al mio le he dado una caricia en todo el lateral y aunq lo estoy pasando yo peor q el, lo he dejado jodido. Por mi te lo regalaria fijate

     

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