Esta mañana me despertado un extraño ruído. Sentí los muebles vibrar dentro de la habitación, y los perros de la vecindad ladrando al fondo.
Al principio pensé que era un sueño. Después, como no encontraba la razón de esa extraña vibración, consideré la posibilidad de haber sentido un terremoto. Sin embargo, me pareció una explicación tan increíble que deseché la idea rápidamente. Intenté calmarme, e incluso conseguí dormir un poco.
Pues era un terremoto. Y nada menos que de 5,0 en la escala de Richter, con epicentro a 57 km de donde dormía.
Un terremoto de 5.0 grados en esta escala equivale a la explosión de 199 toneladas de TNT. Al parecer, como se ha originado bajo el mar no ha tenido grandes consecuencias. Si el epicentro hubiera estado en tierra la cosa hubiera sido muy distinta.
Ahora que lo pienso..., ¡que miedo!
Vivo en Ribeira, y aquí tambien se notó mogollón.