Con ocasión del estreno de la última película de Almodóvar, y quizás como efecto secundario del "año quijote", se ha puesto en marcha una intensa campaña para promocionar La Mancha como el nuevo destino turístico de moda. Dentro de esta campaña, El País propone hoy un
viaje mitómano a Calzada de Calatrava que incluye esta foto: la fábrica del pegamento Imedio.
El pegamento Imedio es un producto asociado a la infancia de muchos españoles y, por tanto, un tópico nostalgico. El fabricante lo califica en su web como el pegamento por excelencia en España.
Para mí se trata de una de las primeras cosas que tengo la noción de poseer, apreciar y atesorar. Algo con un código propio:
- El pegamento Imedio no se compartía ni se prestaba prestaba. Si alguien te pedía un poco le echabas un par de gotitas de tu propia mano.
- Se empezaba escrupulosamente desde la parte de abajo, y se consumía enroscando el tubo sobre sí mismo desde abajo. Algo que odiamos hacer con la pasta de dientes.
- Los descuidados que apretaban el tubo por arriba solían comprobar al día siguiente que el pegamento se había vertido. La caperuza no enganchaba con firmeza.
- Si echabas pegamento de más, lo aprovechabas llevándotelo a los dedos para arrancar la costra a mordiscos.
- Las piezas de papel pegadas con Imedio podían despegarse sin mayor problema en los primeros segundos posteriores a la colocación de la pieza.
- El pegamento Imedio podía esnifarse abiertamente y en público. He visto referencias a su carácterístico y adictivo aroma incluso en críticas de vinos.
- Este pegamento se robaba, así que había que esconderlo en el bolsillo. En consecuencia, la caja se aplanaba y la caperuza se perdía.
- Los que tenían un tubo grande eran envidiados. Los que llevaban otra marca (creo que la competencia era Uhu) eran considerados unos pringados.
- Las madres lo odiaban, seguramente con razón. El pegamento era el producto escolar de más difícil reposición.
La única gama de este pegamento que conocí fué la de Banda azul, que es la del centro de la foto.
Según informa su página web, Imedio fue adquirido en la década de los 90 por Bison Internacional pasando a formar parte del excelso grupo de empresas que componen el Grupo Bolton y consolidándose gracias a esta adquisición como una de las grandes empresas españolas en adhesivos de papelería, ferretería y saneamientos. Y, lamentablemente, hoy el pegamento Imedio es esto:
Yo creo que la compra de imedio por otra empresa y su cambio estético radical tiene algo que ver con aquel odio que mencionas que le tenían las madres. ¿Te acuerdas de las caras que ponían cuando te veían con restos de pegamento en las manos? Peor que si te hubiesen pillado robando una bolsa de kikos en el kiosko. Buff, la que te caía.
Que sí, que estoy convencida que alguna oscura asociación de padres promovió la desaparición del pegamento imedio tal y como lo conocíamos. Pobres infantes de hoy en día. Tendrán que crecer sin él.