Creado en 1991 este galardón, que premia trabajos que "no pueden o no deben ser reproducidos", representa la ocasión de juntar en la prestigiosa Universidad de Harvard un panel de investigadores científicos que se distinguen unos de otros por sus espíritus extravagantes.


Los ganadores del 'anti-Nobel' son también premiados por haber conducido estudios tan dispares como el impacto de la música 'country' en el índice de suicidios, la utilización del imán para hacer levitar a las ranas y el efecto de la cerveza, el ajo y la crema fría en el apetito de las sanguijuelas.


El comité de selección -un grupo que trabaja en la sombra- debe elegir entre unos 5.000 proyectos. Los ganadores son discretamente contactados antes de la a la ceremonia para darles la oportunidad de rechazar la oferta. Pero son muy pocos lo que se resisten al premio y la mayoría viaja costeándose ellos mismos el viaje para recibirlo personalmente.


Los discursos de agradecimiento se limitan a un minuto, y si alguien se pasa de ese tiempo una joven maestra de ceremonias se aproxima al orador y le dice: "Por favor, termine, me estoy aburriendo".El ambiente de la ceremonia es infantil y de jolgorio: los participantes hacen guerra de avioncitos de papel durante los discursos de sus colegas.


La lista de estudios galardonados es un rosario de extravagancias: los doctores James Nolan, Thomas Stillwell y John Sands obtuvieron en 1993 el premio en medicina por su estudio incomparable sobre una cuestión angustiosa: "Tratamiento del pene atrapado en un cierre de bragueta".Y la doctora Mara Sodoli, de Washington, fue premiada con el 'anti-Nobel' de literatura en 1998 por su ensayo inédito: "Tirarse un pedo para protegerse de una situación espantosa".


Otros ejemplos de premios AntiNobel concedidos los últimos años: